En el trayecto, mitigué la sed con un sorbo del jarabe de miel que mi madre me obligó a llevar cuando salí de casa esta mañana.
El sol era abrasador y olvidé mi cilindro con agua en la mesa de la cocina, luego de haberlo llenado.
Parecía una escena de Mad Max: Solo en la carretera, conduciendo hacia el horizonte, flanqueado por tierra estéril y, de vez en cuando, por matojos rodantes.
Afortunadamente ya no dependo de la gasolina y el sol es un proveedor bondadoso que impulsa mi nave en este nuevo intento en busca de mi destino.
Y seguiré mi nuevo rumbo ... Without wings. aB